Se trata de una labor muy necesaria para mantener la excelencia de nuestro campo de golf. La compactación del suelo provocada por las pisadas de los jugadores, la maquinaria, etc. afecta al juego. Pero, además, esta práctica no sólo permite la descompactación del terreno, sino que también aporta una mayor aireación de este, es decir, un mayor intercambio de aire, agua y nutrientes entre el suelo y las raíces, que tan importantes son para mantener el suelo en buenas condiciones.

Este trabajo de mantenimiento del campo nos permitirá tener un suelo en buenas condiciones: con una buena calidad de firmeza y con un césped saludable, que facilitarán una mayor velocidad en el juego durante todo el año.